Hay muchas razones positivas para elegir el pescado y langostino de granja sobre el salvaje:

– En muchos casos, las poblaciones de pescado salvaje están amenazadas debido a la sobrepesca, la pérdida de su hábitat y otros cambios. Con la acuicultura, podemos respetar su número.

– Sabemos exactamente lo que ha comido un pez de granja y el nivel de control sobre los ingredientes, mientras que no tenemos control sobre el pescado salvaje o los posibles contaminantes que han consumido o a los que han estado expuestos.

– Podemos monitorear la salud y el bienestar y, en muchos casos, garantizar prácticas de recolección éticas.

– Las poblaciones de peces salvajes no pueden satisfacer las demandas de productos del mar que hay de nuestra creciente población mundial, mientras que la acuicultura ofrece una solución viable y sostenible para satisfacer las necesidades alimentarias futuras.

Independientemente de si ha sido capturado o cultivado, el pescado y el langostino son una fuente fantástica de proteínas de alta calidad, valiosas vitaminas y minerales. Este grupo de alimentos es, también, la mejor fuente de ácidos grasos omega-3 de cadena larga EPA y DHA, que son esenciales para la salud humana.