Uno de los principales retos de la acuicultura moderna es la reducción del uso de harinas y aceites de pescado tradicionales mediate la inclusión de nuevos ingredientes sin que ello pueda suponer una variación en la calidad de las dietas y en los rendimientos y bienestar de los animales.
Desde DIBAQ, siguiendo en la línea innovadora que nos viene caracterizando y tratando de desarrollar cada vez alimentos más sostenibles y funcionales, se ha desarrollado, junto a la Asociación Empresarial de Acuicultura en España (APROMAR) como entidad colaboradora y financiadora, el proyecto FISHUB.
El objetivo principal de este proyecto ha sido desarrollar nuevas formulaciones de alimentos funcionales y sostenibles que ofrezcan un destacado rendimiento productivo a la vez que mejoren la respuesta inmune en especies acuícolas, mediante la inclusión de proteínas vegetales fermentadas, en este caso, procedentes de la soja.
Para ello, se han desarrollado tres pruebas para evaluar la eficacia tanto a nivel productivo como inmunológico, en tres de las principales especies comerciales del área mediterránea como son el Lenguado (Solea solea), la Dorada (Sparus aurata) y la Lubina (Dicentrarchus labrax).
Cada una de las pruebas ha tenido una duración aproximada de 18 semanas y en ellas se han enfrentado una dieta Control (Dieta B) con dos dietas experimentales que contenían diferentes niveles de inclusión (Dieta A 50% inclusión y Dieta C 25% inclusión)de soja fermentada en sustitución de harinas de pescado, y en las que se ha mantenido los perfiles proteicos y de ácidos grasos esenciales, EPA y DHA, de la dieta Control.
Los resultados de las pruebas nutricionales y estado inmunológico han sido muy similares para las tres especies, no observándose diferencias estadísticamente significativas en ninguna de las tres. Si puede apreciarse ligeras diferencias, a nivel rendimiento, en las dietas control y con mayores porcentajes de inclusión de soja fermentada que presentan datos algo mejores frente a la dieta con menor nivel de inclusión de soja, pero sin llegar a ser significativos.
Dieta A | Dieta B | Dieta C | P valor | |
Peso inicial (g/ind) | 30,94±0,80 | 29,95±0,4 | 30,34±0,88 | 0,090 |
Peso final (g/ind) | 103,65±4,13 | 104,21±3,72 | 102,18±2,78 | 0,609 |
Incremento de peso (g) | 72,72±3,46 | 74,26±3,7 | 71,84±2,33 | 0,439 |
SGR (%/día) | 1,44 ± 0,03 | 1,48 ± 0,04 | 1,45 ± 0,03 | 0,134 |
FCR | 1,52 ± 0,06 ab | 1,49 ± 0,05 a | 1,58 ± 0,04 b | 0,015 |
k | 2,93± 0,05 | 2,86 ± 0,08 | 2,93 ± 0,05 | 0,171 |
Supervivencia (%) | 97,78 ± 2,72 | 98,33 ± 1,83 | 98,89 ± 1,72 | 0,734 |
Índice Hepatosomático | 2,10± 0,2 | 1,95 ± 0,22 | 2,33 ± 0,63 | 0,367 |
Ingesta total de alimento (g) | 3287,25 ± 194,62 | 3282,92 ± 115,50 | 3391,78 ± 92,54 | 0,345 |
Tabla 7: Resumen de datos biométricos de Dorada, crecimiento y uso de alimento para los individuos de los tres grupos testados. Distintos superíndices en la misma fila indican diferencias estadísticamente significativas (p < 0.05).
Nota: SGR = Tasa específica de crecimiento; FCR= Factor de conversión del alimento; K= Factor de condición de Fulton
Los resultados de la prueba de sanidad animal llevados a cabo en la lubina frente al patógeno Photobacterium damselae subsp. Piscicida, tampoco arrojan datos con diferencias significativas entre las tres dietas, aunque puede apreciarse un ligero peor comportamiento en la dieta con menor nivel de inclusión de soja fermentada.
Como conclusión al estudio, se puede afirmar que: mostrando las pruebas en las tres especies unos resultados, referentes a rendimientos productivos, con tasas de crecimiento óptimas y conversiones de alimento dentro de los rangos normales para estas especies, la sustitución de harinas de pescado por harinas de soja fermentada podría tener impactos positivos en la elaboración de piensos, sin sacrificar rendimientos ni perjudicar sanidad ni estado inmune de los animales.