Lactococcus garvieae es considerado el principal agente etiológico de la lactococosis, enfermedad de distribución mundial caracterizada por una septicemia hemorrágica en especies destinadas a la acuicultura, con las consiguientes pérdidas económicas.
El pasado de los clones Lactococcus garvieae patógenos para peces, se remonta a hace más de tres décadas, cuando fue descrito por primera vez a partir de un brote septicémico en Japón en piscifactorías marinas de seriola (Seriola quinqueradiata), clasificándose como una nueva especie de enterococo (Enterococcus seriolicida). A partir de ese momento empiezan a aparecer brotes en piscifactorías de agua dulce en Japón (Anguila japónica), (Kusuda et al. 1991) y en Europa en trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss). La enfermedad producida por esta bacteria en peces mostraba una clínica de exoftalmos, petequias en opérculos y congestión de las aletas pectorales y caudal. La similitud tanto de la clínica de esta enfermedad como de las características de esta nueva cepa, con brotes infecciosos en granjas de agua dulce en España, llevaron al análisis comparativo de las características del cultivo, el perfil bioquímico y la composición proteínica de ambas bacterias, donde se demostró la evidencia fenotípica y filogenética para la reclasificación de Enterococcus seriolicida como Lactococcus garvieae (Doménech 1993). Varios coautores de este artículo pertenecían al Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Fue en este Departamento y posteriormente también en el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET – UCM), donde se desarrollaron con éxito las primeras autovacunas frente a L.garvieae, que fueron dispensadas en colaboración con el Grupo DIBAQ, a la mayoría de las piscifactorías de agua dulce de España donde esta enfermedad infecciosa se encontraba presente, consiguiendo gracias a esta medida profiláctica, disminuir notablemente su prevalencia.
Esta labor en el desarrollo de vacunas y la caracterización epidemiológica y molecular frente a L.garvieae, fue reconocida y premiada con el primer Premio Jacumar de Investigación en Acuicultura, del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación en 2001. Desde entonces, han sido numerosos los estudios de este patógeno por parte del grupo de investigadores del Departamento de Sanidad Animal, VISAVET y el Grupo DIBAQ, acerca de su caracterización fenotípica y molecular (Vela 2000, Aguado-Urda 2010), su aislamiento a partir de distintas especies animales (Garcia 2001, Tejedor 2004, Tejedor 2008), la comparativa entre aislados de diferentes especies animales y países (Tejedor 2011), su potencial zoonótico (Reguera-Brito 2016, Gibello 2016), así como el desarrollo de técnicas para su detección (Tejedor 2009, Perez-Sancho 2015), y estudios sobre sensibilidad antimicrobiana (San Martin 2017, 2018 y 2019).
En el ámbito internacional, la publicación de trabajos acerca de este patógeno en el sector acuícola es extensa, con publicaciones que constatan su distribución mundial (Eldar 1999), estudios acerca de la epidemiología de la infección en relación a las cepas aisladas (Eyngor 2004), de la respuesta inmune ante la infección y su comparativa entre animales asintomáticos, sintomáticos y vacunados (Ooyama1999, Khalil 2023), diversos estudios sobre caracterización genética y fenotípica (Morita 2011, Shahi 2020, Rao 2022), sobre resistencia antimicrobiana (Maki 2008, Akmal 2023), así como de la susceptibilidad a la infección (Algöet 2009), el desarrollo de técnicas de detección (Tsai 2013), la suplementación con probióticos o bacteriocinas como medida preventiva (Sequeiros 2015, Baños 2019), la vacunación (Hussein 2023) además de artículos de revisión, donde L.garvieae se consolida como patógeno emergente en acuicultura (Meyburgh 2017).
A la problemática creada por este patógeno en acuicultura, se añade además la descripción en 2017 de Lactococcus petauri a partir de un absceso en un petauro del azúcar (Goodman2017). Desde entonces son numerosas las publicaciones en las que se esta nueva especie se identifica como responsable de brotes de lactococosis en piscifactorías continentales, en lugar de L.garvieae anteriormente aislado (Kotzamanidis 2020, Altinok 2022, Vela2024). Es por ello que los estudios de L.petauri se han centrado en la identificación (Catao2023, Stoppani2023), la caracterización a diferentes niveles, principalmente centrada en hallar diferencias entre L.petauri y L.garvieae (Saticioglu 2023), la patogenicidad (Catao2023), las estrategias vacunales (Ruyter2023) y la evaluación de su potencial zoonótico (Vendrell 2006, Martinovic. 2021).
Recientemente, los brotes de lactococosis causados por L.garvieae en especies marinas como la lubina (Salogni 2024), ha hecho saltar la alarma ante una nueva emergencia de este patógeno. Tanto las diferencias genéticas con otras cepas epidemiológicamente cercanas, así como la resistencia al tratamiento antimicrobiano de este patógeno, hacen que el empleo de la vacunación frente a L.garvieae sea una vez más, la herramienta clave para el control de esta enfermedad. Y una vez más, desde DIBAQ, estamos preparados para asumir el reto y aportar con ciencia, soluciones a las problemas que la Acuicultura tenga que enfrentarse.