Uno de los objetivos comunes de la Acuicultura moderna es la reducción del uso de harinas de pescado en la alimentación acuícola mediante su sustitución por ingredientes más sostenibles, respetuosos con el medio ambiente, siempre buscando un origen natural y que reporten beneficios en el crecimiento de las especies, así como en la respuesta inmune de estos ante procesos infecciosos.
Como resultado de esta búsqueda común, son muchos los nuevos ingredientes que se vienen probando como sustitutivos parciales de las harinas de pescado (algas, harinas de insecto y un largo etcétera) pero uno de los que se viene hablando con más fuerza son las Proteínas Vegetales Fermentadas.
Las harinas, principalmente de leguminosas, sin tratar poseen ciertos factores antinutricionales que pueden afectar tanto al rendimiento como a la salud de los peces. La fermentación bacteriana es uno de los métodos más comunes para tratar de eliminar los efectos adversos de estas harinas además de mejorar la palatabilidad y asimilación por parte de los peces.
Según varios estudios recientes (Qin Zhang et al., 2023) llevados a cabo sobre juveniles de salmón del pacífico (Oncorhynchus kisutch), sustituciones de hasta el 10% de las harinas de pescado por proteínas fermentadas, presentan mejoras en el rendimiento nutricional, incrementando crecimientos y mejorando significativamente la capacidad antioxidante y la respuesta inmune de los juveniles.
DIBAQ, como empresa que apuesta por la I+D+i como instrumento de mejora continua de sus productos y nuevos desarrollos, no está al margen de estos avances. Es por ello que, actualmente, se están desarrollando varios proyectos con el objetivo de evaluar el efecto de la inclusión de proteínas vegetales fermentadas en varias dietas de especies del área mediterránea y comprobar, de manera directa, la respuesta de estas especies a los diferentes niveles de inclusión de estas proteínas.