POR NUESTRO PLANETA

No hay duda de que el desarrollo sostenible del sector acuícola es la máxima prioridad de todos los involucrados en este proceso.

 

Las materias primas no son inagotables y evidentemente su uso requiere racionalidad y mejores prácticas.

 

Si bien la necesidad de proteínas marinas aumenta constantemente, se necesitan acciones específicas que resulten un ahorro real de materias primas.

 

El departamento de investigación y desarrollo de Dibaq tiene como objetivo crear productos que den como resultado el máximo rendimiento con la menor huella ambiental. Es con gran orgullo, entusiasmo y optimismo que compartimos nuestro logro para el objetivo de 2022: que el 93% de los ingredientes marinos utilizados provengan de recortes, subproductos y no de pesquerías silvestres.

 

Los clientes reciben asesoramiento y soporte técnico para lograr el mejor resultado posible.

 

Está claro que lograr tasas de conversión alimenticia lo más bajas posible implica, además de un uso beneficioso de las materias primas, una mejora significativa de los resultados financieros, lo que también implica una gestión empresarial sostenible.

 

Sin embargo, no debemos pasar por alto que la buena gestión de las materias primas implica también las mejores prácticas de gestión de la producción.

 

Así pues, parece que para crear una condición esencial en la que el medio ambiente tenga un papel primordial, todos los participantes en la piscicultura deberían tener el mismo concepto de ahorro de recursos y protección sustancial del medio ambiente.

 

No basta con producir correctamente y en términos sostenibles, sino poder transportar y distribuir los productos en perfectas condiciones de gestión.

 

El medio ambiente nos concierne a todos y el resultado final es responsabilidad de todos nosotros. Por tanto, deberíamos hablar mucho más de cultura medioambiental y menos de acciones individuales de cada uno.

 

En Dibaq apoyamos iniciativas y estrategias en la dirección de crear una cultura de gestión ambiental. Queremos ser parte de una gran cadena de socios que adopten nuestras propias prioridades y necesidades. Al fin y al cabo no es una elección, es nuestra obligación. Hagamos que la revolución azul tenga el futuro verde que merece.

PROTEÍNAS VEGETALES FERMENTADAS EN LA NUTRICIÓN ACUÍCOLA

Uno de los objetivos comunes de la Acuicultura moderna es la reducción del uso de harinas de pescado en la alimentación acuícola mediante su sustitución por ingredientes más sostenibles, respetuosos con el medio ambiente, siempre buscando un origen natural y que reporten beneficios en el crecimiento de las especies, así como en la respuesta inmune de estos ante procesos infecciosos.

Como resultado de esta búsqueda común, son muchos los nuevos ingredientes que se vienen probando como sustitutivos parciales de las harinas de pescado (algas, harinas de insecto y un largo etcétera) pero uno de los que se viene hablando con más fuerza son las Proteínas Vegetales Fermentadas.

Las harinas, principalmente de leguminosas, sin tratar poseen ciertos factores antinutricionales que pueden afectar tanto al rendimiento como a la salud de los peces. La fermentación bacteriana es uno de los métodos más comunes para tratar de eliminar los efectos adversos de estas harinas además de mejorar la palatabilidad y asimilación por parte de los peces.

Según varios estudios recientes (Qin Zhang et al., 2023) llevados a cabo sobre juveniles de salmón del pacífico (Oncorhynchus kisutch), sustituciones de hasta el 10% de las harinas de pescado por proteínas fermentadas, presentan mejoras en el rendimiento nutricional, incrementando crecimientos y mejorando significativamente la capacidad antioxidante y la respuesta inmune de los juveniles.

DIBAQ, como empresa que apuesta por la I+D+i como instrumento de mejora continua de sus productos y nuevos desarrollos, no está al margen de estos avances. Es por ello que, actualmente, se están desarrollando varios proyectos con el objetivo de evaluar el efecto de la inclusión de proteínas vegetales fermentadas en varias dietas de especies del área mediterránea y comprobar, de manera directa, la respuesta de estas especies a los diferentes niveles de inclusión de estas proteínas.

UNA VALIOSA MATERIA PRIMA

UNA VALIOSA MATERIA PRIMA

El pescado destinado al consumo humano directo a menudo se procesa de manera que la experiencia de comer sea más fácil y rápida para el consumidor. Dicho procesamiento da lugar a subproductos en forma de cabezas, vísceras, espinas, pieles, colas etc.

Toda esta materia se considera una materia prima valiosa a partir de la cual se puede producir harina y aceite de pescado.

Los subproductos pueden provenir del pescado capturado en la naturaleza o del procesamiento de la acuicultura.

En cuanto a la reducción de tales subproductos en valiosos ingredientes marinos, algunos barcos pesqueros incluso están equipados para conservar o procesar subproductos a bordo y las instalaciones en tierra han desarrollado métodos de recolección rápidos y eficaces para garantizar una calidad optima en sus harinas y aceites fabricados.

CAPTURAS

Como se presentó en el último informe El estado mundial de la pesca y la acuicultura (SOFIA, en adelante), la FAO estima que el total de pesquerías de captura mundial se encuentran cerca de las 100 millones de toneladas por año. Estos niveles de captura se han mantenido relativamente estables desde finales de la década de 1980, principalmente debido a la creciente conciencia de la necesidad de una pesca sostenible. Según las cifras presentadas en el informe SOFIA, el porcentaje de las pesquerías de captura que se utilizó para el consumo humano directo en 2018 fue de aproximadamente 75 millones de toneladas y alrededor de 15 millones de toneladas del pescado de captura restante se utilizaron como materia prima para producir ingredientes marinos. Además de las pesquerías de captura, la industria de la acuicultura es responsable de un impresionante crecimiento en el suministro de pescado para consumo humano y ha producido alrededor de 82 millones de toneladas de pescado en 2018.

Cuando analizamos por separado la harina y el aceite de pescado, encontramos que la producción mundial de harina de pescado a partir de subproductos representa el 29.8% mientras que la producción de aceite de pescado a partir de subproductos representa el 51% de la producción total de aceite de pescado.

Aunque estos números cuentan una historia prometedora, todavía existe un gran porcentaje del subproducto del pescado para consumo humano que se desperdicia en lugar de convertirse en productos de alto valor que contribuyan al suministro de alimentos ricos en nutrientes marinos.

Además de esto, se espera que la producción pesquera mundial continúe creciendo, principalmente debido al crecimiento de la producción de peces de acuicultura. No hace falta decir que el aumento de la producción de la acuicultura también garantizara un creciente suministro potencial de materia prima para la producción de estos ingredientes marinos.

Es fundamental para nuestra subsistencia sostenible, el fomentar en todo lo posible el continuo desarrollo y optimización de la recolección y procesamiento de esta valiosísima fuente de materia prima.